Felicidad constante

Felicidad constante

Felicidad constante.  Si alguna vez se ha hecho esta pregunta, antes de leerla aquí, ya es un buen indicio de su reocupación por ser maduro(a).Esta sensación de felicidad constante, no llega gratuitamente, ni mucho menos es privilegio de aquellos que no tienen problemas. Esta es fruto de una comprensión real del funcionamiento del mundo, de las cosas, de las personas, de las circunstancias… de la vida. Para esto propongo invitar a la acción a tres personajes que todos tenemos dentro de nosotros (metafóricamente hablando): el explorador preguntón, un ordenado bibliotecario y aquel valiente luchador.

 

Felicidad constante

Me explico. Nuestro primer personaje, el EXPLORADOR PREGUNTÓN, tiene las cualidades de ser un constante buscador de la verdad, aunque sabe que nunca llegará a encontrarla, nunca cesa en su misión. Él investiga en primer lugar, el paisaje más grande y sorprendente del mundo… (¿Será el Manu? O… ¿las Islas Galápagos? O… ¡ya sé! ¡El fondo marino! – ¡noooooo…!) … su propia mente y «corazón».

Ahí tiene mucho por conocer, reconocer, entender, criticar, aprovechar, eliminar, transformar, agregar, etc. (pareciera que entran todos los verbos). En su mente y -metafóricamente hablando- su corazón, está todo su pasado , sus aprendizajes distintos, su primer contacto con el mundo fuera del vientre, su primer amor, su helado favorito, aquel llanto inconsolado, su día más alegre, los mayores dolores de la vida, los abrazos de amigos sinceros, la reprimenda de sus padres, esa frase que le impactó de aquel libro cuando adolescente, sus desesperanzas, aquella cucaracha que lo asustó de niño, la ternura de su madre, etc.

Entonces nos quedan las siguientes preguntas

¿Cuánto hemos hecho por auto comprendernos?

¿Sabemos realmente quiénes somos?

¿Por qué pensamos como pensamos?

¿Por qué nuestras actitudes son tales y no otras?

¿Somos realmente libres o estamos atrapados en algún momento de nuestro pasado incomprendido?

Responder a esas preguntas, es la noble misión del EXPLORADOR PREGUNTÓN. Y como él, no deberíamos escatimar esfuerzos en ir por las respuestas, así como se oye, literalmente «ir» al encuentro de nosotros mismos. Eso nos dará pistas para poder entender y salir de alguna situación de dolor o frustración en la que nos encontremos.

EL ORDENADO BIBLIOTECARIO, nos ayudará a: clasificar, archivar, activar, desechar, actualizar, priorizar, manejar etc., toda la información que el anterior personaje encuentre. Inteligentemente hará una gestión de esa información, la que estará disponible para cuando lo necesitemos y como el sistema nervioso es la red informática más eficiente, llegará justo a tiempo en los momentos solicitados.

Nuestro tercer personaje, EL VALIENTE LUCHADOR, se enfrentará con los recuerdos que todavía atormentan nuestra calma, que siguen vigentes aunque sean parte del pasado. Nos dará el valor suficiente para no ocultar aquellos dolores que preferimos no verlos por que son grandes, nos ayudará a sacar el parche de las heridas, que seguro dolerán, pero que es necesario curarlas, no taparlas. Para el largo plazo, es mejor así. Al hacerlo derramaremos lágrimas, nuestro respiración se agitará y hasta quizás queramos detenernos (entonces nuestro valiente luchador nos dará el suficiente coraje para seguir hasta entender todo esto).

Este paréntesis es como un pañuelo. Por si hay alguna lágrima asomándose a sus ojos, o por si acaso vengan más adelante.

Si piensa que esto es muy fuerte para UD. le aconsejo no seguir hasta buscar apoyo de algún terapeuta. Pero por favor hágalo, lo necesita para ser libre y seguir creciendo.