Thomas J. Watson

Thomas J. Watson

Thomas J. Watson, visionario y líder en la revolución tecnológica, fue esencial en la evolución de la contabilidad y la creación de máquinas calculadoras, herramientas que hoy son fundamentales en diversos sectores, desde negocios hasta la ciencia. Durante 42 años al mando de IBM, transformó la compañía en un gigante global.

Comienzos Humildes

Watson vio la luz por primera vez en Campbell, Nueva York, el 17 de febrero de 1874. A los 18 años inició su carrera profesional contabilizando para Clarence Risley, ganando unos modestos $6 semanales. Su trayectoria profesional evolucionó desde vender máquinas de coser hasta unirse a la National Cash Register Company.

Construyendo IBM

En 1914, Watson se convirtió en director general de la firma Computar-Tabular-Grabación Co., que posteriormente adoptaría el reconocido nombre de International Business Machine o IBM. Solo un año después, fue nombrado presidente. Durante su liderazgo, priorizó la educación, la investigación y la ingeniería, viéndolos como pilares esenciales para impulsar la innovación y el crecimiento de la empresa.

Una Visión Humanista en los Negocios

Watson fue pionero en proporcionar amplios beneficios a sus empleados, incluyendo cobertura médica, seguros y un plan de retiro. A menudo les recordaba que se habían ganado estos beneficios con su esfuerzo y dedicación. Además, mostró un genuino interés en las relaciones internacionales, hospedando a dignatarios de todo el mundo en Nueva York.

Promovió la idea de que el comercio podía ser una herramienta de paz, encapsulando esta visión en el lema de IBM: «Paz mundial a través del comercio mundial». Esta visión también lo llevó a colaborar activamente con la Cámara de Comercio Internacional, siendo nombrado su presidente en 1937.

Legado Personal y Profesional

Watson y su esposa, Jeannette M. Kittredge, compartieron muchos viajes y aventuras juntos. Ella, más tarde, se convertiría en directora de IBM. Thomas Watson dejó un legado duradero, no solo a través de sus logros profesionales sino también en su familia. Antes de su fallecimiento en 1956 a los 82 años, pasó la dirección de IBM a su hijo mayor, Thomas J. Watson Jr., mientras que su otro hijo, Arthur K. Watson, lideró IBM World Trade Corp. También dejó atrás a sus dos hijas, Jane y Helen.

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