Jonathan Swift

Jonathan Swift

Jonathan Swift nació el 30 de noviembre de 1667 en Dublín. A pesar de ser huérfano de padre, pudo estudiar en el Trinity College gracias al apoyo de sus tíos. Posteriormente, viajó a Inglaterra para unirse a su madre y empezó a trabajar como secretario para William Temple, una figura política prominente de la época. Durante este tiempo, se doctoró en teología en 1692.

Tras algunas diferencias con Temple, Swift regresó a Irlanda en 1694, donde fue ordenado sacerdote. Sin embargo, una reconciliación posterior con Temple lo llevó de vuelta a Inglaterra, donde continuó trabajando con él hasta su muerte en 1699. Durante estos años, Swift se sumergió en la lectura y la escritura, y defendió a Temple en «La Batalla de los Libros Antiguos y Modernos» en 1697.

Al morir Temple, Swift se estableció en Irlanda y en 1700 obtuvo un puesto en la iglesia. Se sintió cada vez más atraído por la política y, en 1704, publicó una de sus sátiras más conocidas, «Historia de una bañera», que le causó problemas con la reina Ana Estuardo.

En 1710, Swift comenzó una correspondencia íntima con Esther Johnson, a quien llamaba «Stella». Durante este periodo, también cambió su lealtad política y comenzó a apoyar al partido tory, escribiendo varios panfletos en su defensa.

A pesar de su éxito literario y político, Swift enfrentó obstáculos en su carrera eclesiástica. No obstante, en 1717 fue nombrado Deán de la catedral de San Patricio en Dublín. Su influencia política disminuyó después de que el partido tory cayera del poder en 1718.

Swift continuó defendiendo a Irlanda, como lo demuestra su serie «Cartas de Drapier» en 1724 y 1725. En 1726, publicó su obra más famosa, «Los viajes de Gulliver», que combina sátira política con reflexiones sobre la naturaleza humana.

Sin embargo, su crítica más mordaz a la sociedad llegó en 1729 con «Una modesta proposición», donde sugiere irónicamente que se venda carne de niños pobres para alimentar a los ricos.

Los años finales de Swift estuvieron marcados por la soledad y los problemas de salud. Tras la muerte de Stella y otro cercano amigo, Vanessa, experimentó episodios de demencia. Finalmente, falleció el 19 de octubre de 1745 y fue enterrado junto a Stella en la catedral de San Patricio en Dublín.

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