Enzo Ferrari

Enzo Ferrari

Enzo Ferrari, oriundo de Módena, nació el 18 de febrero de 1898, aunque oficialmente figura el 20 de febrero en los registros. Esta figura emblemática del automovilismo no solo fue piloto sino también el constructor del vehículo más emblemático del mundo: Ferrari.

Inicios de Enzo

Hijo de Alfredo Ferrari y Adalgisa Bisbini, tuvo un hermano mayor llamado Alfredino «Dino». Perteneció a una familia acomodada, pero prefirió trabajar desde joven. La Primera Guerra Mundial lo llamó a filas, y fue durante este conflicto que perdió a su padre. Al finalizar, intentó unirse a Fiat en Turín, pero no tuvo éxito.

Primeros pasos en el automovilismo

No fue sino hasta enero de 1919 que comenzó a trabajar en el taller Giovannoni, gracias a un amigo que lo introdujo como piloto de pruebas. Luego, se convirtió en piloto oficial para CMN (Construzioni Meccaniche Nazionali) en Milán. Su carrera como piloto despegó rápidamente, y para 1920, ya estaba con Alfa Romeo, donde permanecería por casi dos décadas en diversas funciones.

Nacimiento de la Scudería Ferrari

En 1929, fundó la Scudería Ferrari, que rápidamente se convirtió en la división de carreras de Alfa Romeo. Bajo su liderazgo, pilotos destacados como Campari, Varzi y Nuvolari lograron importantes victorias.

Tragedias y triunfos

El nacimiento de su hijo Dino en 1932 lo llevó a retirarse de las pistas, y fue también cuando sus coches comenzaron a lucir el emblemático cavallino rampante. Sin embargo, sufrió reveses personales, incluida la enfermedad de su hijo y la declinación mental de su esposa, Laura.

Innovación y crecimiento

En 1935, Ferrari presentó el Bimotore, un coche con un motor de 16 cilindros. Sin embargo, tras desentendimientos con Alfa Romeo, en 1939 fundó su propia empresa: Auto Avio Construzioni Ferrari. Durante la Segunda Guerra Mundial, se centró en la producción de motores aeronáuticos.

El primer Ferrari

1946 marcó el comienzo de una nueva era con el diseño del primer auto Ferrari: el 125S. Enzo tenía una filosofía única: no vendía coches para correr, sino que corría para poder vender coches.

Desafíos y legado

Ferrari no estuvo exento de conflictos con pilotos y colegas debido a su fuerte carácter. Sin embargo, su pasión y determinación lo llevaron a consolidar una de las marcas más prestigiosas del mundo. Su legado no solo está en los coches que llevan su nombre, sino en el espíritu de competencia y excelencia que infundió en cada uno de ellos.

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